miércoles, 18 de febrero de 2015

Cambiando de domicilio a Londres

Cambiando de domicilio a Londres








  Existen momentos en los cuales la vida te trae sorpresas y la rutina de la que estabas acostumbrado cambia radicalmente, esos momentos especiales en los cuales entra un hijo a tu vida, dejas un trabajo o te cambias de domicilio a un país totalmente diferente te marcan para siempre y escriben la primera página del resto de tu vida.
  Es así como en mi caso los tres ejemplos anteriores se aparecieron en mi vida al mismo tiempo y me dieron el año más agitado que he tenido en mi vida, cuando me encontraba en licencia por maternidad por mi bebé una tarde cuando por fin la había logrado dormir en la tarde para que hiciera una siesta, me llamó por primera vez en toda mi vida laboral (7 años) mi jefa, para informarme que el proyecto para el cual trabajaba estaba a punto de finalizar y que por problemas internos entre las entidades encargadas no iba a haber renovación del contrato; me costó unos minutos asimilar lo que me estaba diciendo, me estaba diciendo que después de 7 años de formar una vida estable, de comprar una casa, un carro, de casarme de tener mis vacaciones establecidas y de que al fin nos habíamos decidido por tener un hijo, esta vida como la conocía hasta ese momento estaba a punto de terminar; no puede ser seguro que yo entendí mal, si yo estoy en licencia de maternidad me pensé eso no me afecta a mí.
  Y así fue como pasaron las cosas volví de mi licencia de maternidad a trabajar sólo el tiempo justo para poder recibir mis cartas de despido y hacer la vueltas necesarias para retirar mis ahorro. Y ahora? me pregunté un poco triste, qué voy a hacer? Yo soy de esas personas que siempre se pasan poniendo metas a corto o mediano plazo para sentir y medir el avance en su vida, pero por los momentos no tenía una nueva meta, no tenía un nuevo plan, mi plan en este momento era el de aprender a ser madre y ese plan apenas lo estaba comenzando.
  "Cuando te pase algo malo en tu vida, siempre busca el lado bueno"; dicen los posters motivacionales que tanto odio pero tal vez era el momento de empezar a hacerles caso, pero que tendrá de bueno perder mi empleo y todas las garantías que había ganado con él durante 7 años, la estabilidad laboral y económica para mi familia, así como esos amados días de vacaciones que tanto me gustan planear y disfrutar conociendo países y lugares nuevos; y bueno la respuesta llegó a mi cabeza como siempre, sin explicarnos cómo suelen llegar, tenía vacaciones a partir del 14 de Febrero (día en que se terminaba mi contrato laboral) y todos mis ahorros en mi cuenta era momento de hacer algo totalmente distinto algo que sólo la vida nos suele dar esas oportunidades; millones de ideas llegaron a mi cabeza y en muchas de ellas me veía paseando por todos los lugares que siempre quise ir hasta que ponía los pies en la tierra y me acordaba que tenía una hija pequeñita y que el dinero no es inacabable, por lo que debía concebir un plan como siempre hacía cuando era hora de pensar en las próximas vacaciones que tomara en cuenta el factor dinero, la edad de mi hija y sobre todo (y porque me lo merecía) que abarcara la mayor cantidad de tiempo posible.
  Un día mi papá me dijo "Estas planeando algo, lo puedo ver en tus ojos y porque te conozco" y tenía razón el solo hecho de buscar otro trabajo y seguir la rutina me daba dolor de estomago; y bueno fue así como llegamos mi marido y yo a la decisión de mudarnos de país por un periodo corto y aprovecharlo, si solo hubiera tenido la oportunidad de aprender inglés en algún momento de mi vida muchas puertas se me hubieran abierto en ese momento pero como no la tuve y mi esposo sí, las puertas se abrieron para él y así mi hija y yo aprovecharíamos para aprender el idioma, por lo que los países se reducían básicamente en dos Estados Unidos con una localización más cerca y más cómodo para volver en navidad y año nuevo o Inglaterra con la cercanía de Europa y la facilidad que presenta esta región para recorrerla en tren o con los servicios de Low Cost; hubieron como siempre muchas personas que nos dijeron que si estábamos locos por querer dejarlo todo e irnos a vivir quien sabe donde con una niña pequeña solo para tener una nueva experiencia pero como mi hija ya tenía alguna experiencia viajando y un año de locura no hace daño a nadie hace cinco meses que residimos en Londres.
 Nuestra casa es un típico flat Londinense del tamaño de lo que fuera la sala de nuestra casa en Costa Rica, ahora somos una familia de estudiantes, mi marido esta cursando una maestría, mi hija asiste a la educación preescolar y yo asisto por primera vez en mi vida a clases de inglés, vivimos en una comunidad de familias estudiantes por lo que entre todos nos entendemos y nos apoyamos y lo más curioso es la diversidad étnica y de idiomas y de culturas al ser familias de varios países del mundo.