Cambiando de domicilio a Londres
Existen momentos en los cuales la vida te trae sorpresas y la rutina de la que estabas acostumbrado cambia radicalmente, esos momentos especiales en los cuales entra un hijo a tu vida, dejas un trabajo o te cambias de domicilio a un país totalmente diferente te marcan para siempre y escriben la primera página del resto de tu vida.
Es así como en mi caso los tres ejemplos anteriores se aparecieron en mi vida al mismo tiempo y me dieron el año más agitado que he tenido en mi vida, cuando me encontraba en licencia por maternidad por mi bebé una tarde cuando por fin la había logrado dormir en la tarde para que hiciera una siesta, me llamó por primera vez en toda mi vida laboral (7 años) mi jefa, para informarme que el proyecto para el cual trabajaba estaba a punto de finalizar y que por problemas internos entre las entidades encargadas no iba a haber renovación del contrato; me costó unos minutos asimilar lo que me estaba diciendo, me estaba diciendo que después de 7 años de formar una vida estable, de comprar una casa, un carro, de casarme de tener mis vacaciones establecidas y de que al fin nos habíamos decidido por tener un hijo, esta vida como la conocía hasta ese momento estaba a punto de terminar; no puede ser seguro que yo entendí mal, si yo estoy en licencia de maternidad me pensé eso no me afecta a mí.
Y así fue como pasaron las cosas volví de mi licencia de maternidad a trabajar sólo el tiempo justo para poder recibir mis cartas de despido y hacer la vueltas necesarias para retirar mis ahorro. Y ahora? me pregunté un poco triste, qué voy a hacer? Yo soy de esas personas que siempre se pasan poniendo metas a corto o mediano plazo para sentir y medir el avance en su vida, pero por los momentos no tenía una nueva meta, no tenía un nuevo plan, mi plan en este momento era el de aprender a ser madre y ese plan apenas lo estaba comenzando.
"Cuando te pase algo malo en tu vida, siempre busca el lado bueno"; dicen los posters motivacionales que tanto odio pero tal vez era el momento de empezar a hacerles caso, pero que tendrá de bueno perder mi empleo y todas las garantías que había ganado con él durante 7 años, la estabilidad laboral y económica para mi familia, así como esos amados días de vacaciones que tanto me gustan planear y disfrutar conociendo países y lugares nuevos; y bueno la respuesta llegó a mi cabeza como siempre, sin explicarnos cómo suelen llegar, tenía vacaciones a partir del 14 de Febrero (día en que se terminaba mi contrato laboral) y todos mis ahorros en mi cuenta era momento de hacer algo totalmente distinto algo que sólo la vida nos suele dar esas oportunidades; millones de ideas llegaron a mi cabeza y en muchas de ellas me veía paseando por todos los lugares que siempre quise ir hasta que ponía los pies en la tierra y me acordaba que tenía una hija pequeñita y que el dinero no es inacabable, por lo que debía concebir un plan como siempre hacía cuando era hora de pensar en las próximas vacaciones que tomara en cuenta el factor dinero, la edad de mi hija y sobre todo (y porque me lo merecía) que abarcara la mayor cantidad de tiempo posible.


Nuestra casa es un típico flat Londinense del tamaño de lo que fuera la sala de nuestra casa en Costa Rica, ahora somos una familia de estudiantes, mi marido esta cursando una maestría, mi hija asiste a la educación preescolar y yo asisto por primera vez en mi vida a clases de inglés, vivimos en una comunidad de familias estudiantes por lo que entre todos nos entendemos y nos apoyamos y lo más curioso es la diversidad étnica y de idiomas y de culturas al ser familias de varios países del mundo.